La inteligencia artificial no piensa, Milei tampoco
Un ideal de pureza recorre Europa y no es un fantasma. En Estados Unidos, está claro que se trata de un negocio, mientras que en nuestros pagos todo resulta más confuso, como siempre. Pero lo cierto es que en gran medida distintas formas de inteligencia artificial y cierta racionalidad algorítmica ya manejan distintos aspectos de la realidad sin la necesidad de participar de contiendas electorales.